Pendientes de frutas de FIMO
La naranja no es solo una fruta rica y sana. ¡También puede convertirse en unos elegantes pendientes de colores vibrantes! Los pendientes de FIMO en forma de naranja alegran la vida al instante.
Con el rodillo acrílico, extiende media pastilla de FIMO soft de color blanco hasta formar una lámina de 3 mm de grosor aprox. Esta será la lámina base para tus pendientes.
Con el cúter, corta distintas pastillas de forma que obtengas 2 barritas de FIMO effect de color blanco translúcido, media barrita de FIMO soft de color mandarina y media barrita de FIMO soft amarillo sol.
Ahora crea dos bolas de pasta de color amarillo claro. Para cada una de ellas mezclarás una barrita de FIMO effect blanco translúcido con la media barrita de color amarillo sol o la media barrita de color mandarina.
A continuación, crea un degradado de amarillo a naranja. Para ello, extiende las dos bolas de colores mezclados con el rodillo acrílico hasta obtener con cada una una lámina de unos 3 mm de grosor. Corta las dos láminas formando dos triángulos y pega entre sí estos dos últimos presionando en los puntos de contacto.
Ahora dobla las láminas formando pliegues de amarillo sobre amarillo y naranja sobre naranja. Vuelve a pasar el rodillo acrílico sobre la lámina plegada. Ahora vuelve a plegar la lámina y extiéndela de nuevo con el rodillo. Repite este paso las veces necesarias para obtener un degradado de color uniforme.
Importante: Dobla siempre en la misma dirección, es decir, naranja sobre naranja y amarillo sobre amarillo.
Ahora dobla la tira larga como un acordeón, de amarillo a naranja. A continuación, con cuidado, alarga y aplana esta tira (lo que se llama «reducir») hasta obtener una salchicha larga. La salchicha debe ser naranja por arriba y amarilla por debajo.
Ahora corta en 6 partes iguales esta salchicha de color degradado. A continuación, extiende 2 barritas de FIMO soft blanco hasta formar una lámina fina (de 1 mm de grosor aprox.). Envuelve en esta lámina cada una de las tiras amarillas. Vigila que las zonas de contacto no se solapen, sino que queden bien encajadas y el cilindro bien cerrado, sin dejar espacios. Para que la cubierta blanca quede perfectamente adherida a la tira amarilla, amasa suavemente el cilindro.
Ahora da forma de lágrima a la sección de cada una de las tiras. El lado amarillo claro formará la punta.
Y ya puedes crear tus bastoncillos: Toma una tira blanca de pasta FIMO. Ve encajando en torno a ella las tiras en forma de lágrima, presionando estas una contra otra, con suavidad. Orienta hacia dentro la parte puntiaguda más clara de cada lágrima. Una vez montadas todas las piezas, cubre los espacios rellenando los huecos exteriores con tiras blancas finas de pasta FIMO.
Ahora crea otra lámina fina (de 1 mm de grosor aprox.) extendiendo un fragmento de pasta FIMO soft de color mandarina. Envuelve el bastoncillo en esta lámina de color naranja. Una vez más, vigila que el cilindro se cierre en las zonas de contacto (sin que estas se solapen). ¡Y ya tienes listo tu bastoncillo en forma de naranja!
Ahora tienes que reducir el bastoncillo, es decir, hacerlo rodar hasta dejarlo más largo y fino. Recomendamos hacer esto con las manos. Lo mejor es trabajar sobre un superficie de cristal o una loseta. Cuando quedes conforme con el diámetro, corta los extremos con cuidado, con un cúter. La sección de tu bastoncillo ha adoptado una bonita forma de rodaja de naranja.
A partir de ahora, trabaja directamente sobre una loseta pequeña apta para horno o sobre papel de horno. Así podrás tumbar tus pendientes FIMO sobre la loseta y meterlos directamente en el horno, y no tendrás que retirarlos ni deformarlos más tarde.
Ahora corta el bastoncillo en discos finos y deposita estas rodajas de naranja de pasta FIMO sobre la lámina base que has preparado al principio. Con pasta FIMO soft, crea unas pequeñas hojas de árbol de color verde tropical y, con ayuda de una aguja, distribúyelas entre las rodajas de naranja. Una vez que hayas cubierto de rodajas de naranja la lámina base, corta varias veces esta lámina con el molde redondo. Así obtendrás los discos que formarán los pendientes. Perfora un agujero en el borde superior de cada pendiente.
Tiende todas las piezas sobre papel de horno y deja que se endurezcan en el horno a 110 °C durante 30 minutos.
¡Necesitas!
También se necesita:
Superficie de trabajo lisa (cristal o cerámica), papel de horno, moldes redondos (de 3 cm de diámetro aprox.), anillas abiertas, broches o ganchos para pendientes, tenacillas de joyería, cúter afilado o escalpelo
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