Crea un platillo de FIMOair de secado al aire

Protejamos las pequeñas cosas de la vida
A todos nos ha pasado: dejamos cosas pequeñas pero importantes en algún sitio, y al día siguiente han desaparecido. ¡Qué fastidio! ¡Otra vez hemos perdido el anillo o las llaves! Estos platillos FIMOair de confección casera son perfectos para guardar todos tus objetos pequeños, como joyas, productos de maquillaje, llaves y clips de papel. ¡No más caos! ¡No pierdas más tiempo buscando cosas!

Pasa el rodillo acrílico por una pastilla de FIMOair de color blanco, que habrás colocado sobre un trozo de papel para horno, hasta formar una lámina de 6 mm de grosor.
Consejo: Para obtener un grosor uniforme, puedes colocar un lápiz a cada lado de la pasta que vas a extender. Con estos «espaciadores» obtendrás una lámina de grosor uniforme.
Coge un molde redondo del tamaño que prefieras (de 10 cm, por ejemplo), introdúcelo en la lámina de pasta y córtala. Ya tienes el disco que dará lugar a tu platillo.

Deposita el disco que has creado sobre el cuenco de porcelana o vidrio invertido y envuelve el cuenco suavemente con el disco presionando suavemente. De la bonita forma cóncava que obtengas saldrá tu platillo.

Alisa la pasta FIMO con las manos húmedas. Puedes igualar las grietas, uniones o irregularidades con una espátula para modelar o con un dedo previamente humedecido.
Deja que el bol de Fimo se seque sobre el cuenco de porcelana o vidrio durante al menos 24 horas a temperatura ambiente.

Cuando esté seco, sepáralo del cuenco de porcelana o vidrio cuidadosamente. Con la esponja abrasiva humedecida puedes lijar fácilmente los bordes agudos y las irregularidades.

¡Y ahora, a pintar! Elige las pinturas acrílicas que quieras y pinta el platillo como más te guste. Deja que la pintura se seque bien.
Consejo: Si quieres crear una paleta de colores más variada, no tienes más que mezclar las pinturas.

Completa el efecto rociando unas gotas de pintura por encima del platillo. Para ello, mezcla con agua el color que prefieras, como el negro, y recoge la pintura que resulte con un cepillo de dientes. Ponte un guante desechable. Ahora, frota un poco las cerdas del cepillo con el dedo pulgar, de forma que salpiquen pintura sobre el platillo. Deja que se seque todo bien.

Por último, pinta el platillo con barniz brillante FIMO y deja que se seque bien de nuevo. El platillo barnizado brilla como cerámica esmaltada y queda protegido de la humedad y la suciedad.
Si quieres, puedes crear más platillos de distintos tamaños, formas y colores. ¡Tu creatividad no tiene límites!
¡Necesitas!
También se necesita:
Molde redondo, cuenco pequeño (de aprox. el mismo diámetro que el molde), cepillo de dientes, papel para horno, 2 lápices (hexagonales) para usar como separadores, cuenco con agua para humedecerte los dedos, 1 plato de cartón o una lámina protectora para pintura acrílica, 1 guante desechable
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